Compañera de nuestros días

La obra de Miguel Hernández se caracteriza, entre otras cosas, por una preocupación evocadora del ser humano en su aportación ética al ideal de convivencia desarrollado por el propio poeta. En este proceso, completado con la práctica estética que le exigía su anhelo de ser cada día más poeta verdadero, la mujer ocupa, en sus distintas atribuciones sociales, un papel muy relevante, desde el inicial cobijo de la infancia a la representatividad familiar, laboral, afectiva y política, pasando por las diversas imágenes mitológicas. Y en todos esos papeles, resaltados en los poemas y las prosas de esta antología, el poeta imprime también su propio compromiso sentimental y social. El escritor y presidente de la Asociación de Amigos de Miguel Hernández, José Luis Esparcia, selecciona cuarenta y cuatro poemas y seis textos en prosa con presencia de mujer para esta antología, que abarca desde los primeros poemas en 1923 hasta los meses previos a su muerte en marzo de 1942. Antecede la selección de poemas una presentación de la escritora Fanny Rubio y una introducción del antólogo en las que se contextualiza esta selección en el universo creativo hernandiano.