Guanyem amb la llengua

¿Cómo se enseñaba y aprendía el catalán durante el franquismo? Ganamos con la lengua. El catalán durante el franquismo nos cuenta unas historias plenamente desconocidas: las de profesores, alumnos, pisos, escuelas... que no sólo desde la represión, la clandestinidad y la alegalidad salvaron una lengua sino que también salvaron a una sociedad y un país. Desde su llegada, el franquismo no puede detener la transmisión del catalán. Se sigue haciendo de viva voz en domicilios particulares, entidades privadas. En las sombras, en la clandestinidad, se organizan las primeras clases de catalán. Desde Barcelona y Reus se impulsa una nueva modalidad para aprender catalán mediante envíos por correo postal. En el franquismo, nace un movimiento de escuelas que siguen defendiendo el modelo escolar catalán y entroncan con la tradición pedagógica de antes de la guerra. Son los días en que los versos rescatan el país, la lengua. En agosto de 1944 se crea el Concurso Parroquial de Poesía de Cantonigròs. Un certamen literario en catalán que, durante 25 veranos, se convierte en refugio de las letras catalanas. En 1969, las campañas populares "Català a l'escola" y "Cultura en ruta" ponen, de nuevo, el catalán en marcha. En los setenta, la Delegación de Enseñanza Catalana de Òmnium Cultural espolea la creación de una red de maestros para introducir dos horas de catalán en la escuela. Un movimiento que se instituye en las escuelas de Santa Coloma de Gramenet en 1972, va ganando, poco a poco, el espacio del catalán en la escuela. Empieza una victoria.