Treu la galleda!

El catalán se hunde, pero tú puedes salvarlo. ¿Por qué? Pues porque es lo que queremos la mayoría de los catalanohablantes. Por tanto, de lo que se trata es de cambiar de hábitos para reflotarlo. La fórmula existe, y es fácil: se le llama voluntad individual. A pesar de la suma de factores adversos (demografía, fortaleza, poder, prestigio, mundo digital, etc.), esta lengua todavía tiene herramientas para revertir la tendencia negativa porque todavía conserva un potencial de hablantes muy grande. Si ese potencial se excitara de verdad, se romperían hábitos, inercias y ambientes que están llevando al catalán a desaparecer de la vida cotidiana de mucha gente. Si con un solo cubo se puede revertir un montón de situaciones sin prácticamente hacer nada más que usar el catalán con naturalidad, ¿qué se podría conseguir con miles y miles de cubos?