Lluny vol dir mai més

El monstruo debajo de la cama asevera que le tiene pavor. El amigo hasta hace un año asevera que, hasta hace un año, eran amigos y eran tres. El gato asevera que la especie humana es execrable, Marrameu, pero que, tal vez, este humano en particular es diferente. La portera, el vendedor de cervezas, el teleoperador, la elipsis temporal, el jefe de jabalí, el loco de las hojas, la señal de STOP, el otoño... En esta ciudad todo el mundo habla menos él. Él es cojo y tiene la cara surcada de cicatrices, y renquea por las calles de noche, buscando un ciervo con tres manchas blancas bajo el ojo izquierdo y cinco pinchos en cada cuerno, como dos manos suplicando al cielo. Por qué lo busca, nadie lo sabe, pero hoy que hace un año del descalabro que el dio la vuelta por dentro, podría estar más cerca que nunca de encontrarlo. A través de un ejército de voces y un imaginario desbordante, la primera novela de Marc Cerrudo Boada nos adentra en un periplo urbano de veintidós cuatro horas, espejo infalible de la tragicomedia de vivir en la ciudad en pleno siglo XXI.