La veu melodiosa

Con la voluntad expresa de alejar su neto de los males del mundo, Malagelada confina desde el nacimiento Alpargata al domicilio familiar del paseo de Gracia y se asegura de que sólo reciba noticia de las acciones humanas bondadosas y que viva rodeado de conocimientos. La concepción distorsionada del exterior en que crece, sin embargo, tiene consecuencias importantes cuando Alpargata, un chico sensible y condicionado por una gran fealdad, decide salir a la calle para ir a la universidad. Allí topa de lleno con el mundo real -los amigos, el movimiento estudiantil, el amor, la pobreza- y tiene que afrontar la distancia entre el bien y el mal, la verdad y la mentira, el ideal y la realidad.