Hi havia una vegada un cos

En pleno confinamiento, Jofre Llombart se inventó un cuento oral para ayudar a sus hijos a relajarse y conciliar el sueño. Es un relato que recorre las partes del cuerpo humano, cada una con su propia voz. Pero sorprendentemente desembocó en un estrecho vínculo entre padre e hijos que, en realidad, el protagonista de la historia eran ellos mismos, con su día a día, sus preocupaciones, sus miedos, sus necesidades. El cuento tuvo tanto éxito (emocional y somnífero) que Jofre Llombart lo registró, comenzó a circular por Whatsapp y se volvió viral. Esta es la historia de esta historia, para pequeños, medianos y grandes.