Fills del món

Cuando Mireia y Carlus se decidieron, a finales de 1998, a adoptar en Nepal iniciaron una aventura apasionante. Los trámites burocráticos pesados, los miedos y las incertidumbres vividas durante años desaparecieron de repente al llegar finalmente al orfanato de Balmandir para conocer la Bhagawati y descubrir, además, que la niña tenía un hermano que ya estaba en Cataluña y una hermana mayor, Dambari, que también estaba en el orfanato. Mireia y Carlus hicieron todo lo que estaba a su alcance -y más- para conseguir que ambas pudieran quedarse con ellos, y felizmente así fue. Pero nunca es fácil dejar atrás tu mundo y construir uno nuevo. Hay que perder el miedo a buscar tus propios orígenes. Y cuando las hijas ya fueron adolescentes, decidieron volver al pueblo natal a las montañas de Nepal y averiguar lo sucedido años atrás. Había que mirar al pasado con valentía para construir el futuro. Hijos del mundo nos permite realizar también este viaje con ellas para descubrir la necesidad de amar y de dejarse amar y, sobre todo, para comprender la fuerza de una madre para animar a las hijas a levantar el vuelo.