Cartes a l'Anna Murià (1939-1956)

El 23 de enero de 1939, el bibliobús lleva de Barcelona un grupo de escritores vinculados a la Institució de les Lletres Catalanes. Entre ellos está Mercè Rodoreda y Armand Obiols; el camión que viene detrás, entre una decena de escritores protegidos por el Gobierno de la Generalitat, Anna Murià. En abril son una treintena de refugiados en un château al norte de París donde el exilio es un duelo y un renacimiento. Para Rodoreda y Murià, es el lugar del encuentro con el gran amor que determinará sus vidas. Cuando Francia entra en guerra, Murià y Bartra deciden embarcarse hacia las Antillas, Rodoreda y Obiols se quedan en París. Los seis años que les esperan no dejan piedra sobre piedra. Vínculos, anhelos, necesidades, no hay nada que el peligro no trastoque. El vínculo que une a los amantes es hecho de complicidades y traiciones; de esta enorme prueba de resistencia se nutrirá toda la obra de Mercè Rodoreda, escrita en el exilio desde París y Ginebra.