No t'ho diré mai

Diana se acerca a los cincuenta años y enfrenta algunas de las situaciones propias del momento vital. Crecen los hijos, la madre se hace mayor, tiene pérdidas de orina, necesita gafas de cerca e intenta encontrar pareja después de separarse. En medio de todo esto, estalla la epidemia de la cóvida y se impone el confinamiento domiciliario, una situación que le obligará a observar la vida de otra manera y, así, nos invitará también a nosotros a adoptar otra perspectiva: una mirada lúcida y tierna, irónica y divertida, que nos hará reír página tras página y que, al mismo tiempo, nos emocionará gracias a una actitud honesta y alegre, que celebra la vida por encima de todo.