La Catalunya carlina

Historiar la Cataluña carlista es una buena ocasión para deshacer mitos y estereotipos sobre la Cataluña interior, la llamada un poco despectivamente "Catalunya del tractor". El carlismo catalán ha sido una de las culturas políticas más ricas de la Cataluña contemporánea, expresión del monarquismo y de la contrarrevolución en nuestro país, capaz de inaugurar uno de los ciclos guerracivilistas más largos de la Europa del siglo XIX, comparable a escala global con los de Colombia y el Río de la Plata. A pesar de las derrotas, se reavivó en contextos históricos como el del Sexenio Democrático (1868-1874), ya en plena sociedad industrial y burguesa. Entonces, dirigido por el nuevo pretendiente Carlos VII, el carlismo catalán construyó una red rica de sociabilidad con círculos y casinos y con decenas de cabeceras de prensa, mientras conseguía trece escaños en las elecciones generales de 1871. En un teatro de operaciones particular, s levantaron en armas, como hemos dicho, en abril de 1872, y no sucumbieron hasta finales de 1876.