Consum preferent

Alba, la narradora de esta historia, forma parte de una generación que trata de pisar tierra firme en una ciudad que hace aguas. La generación es aquella que ahora roza la treintena y se afana por dejar atrás a la juventud en medio de las contradicciones que supone tener que hacer equilibrismos constantemente entre trabajos precarios y la culpa inerte de formar parte del primer mundo, entre el feminismo emergente y las relaciones estrafatas, entre la necesidad de pelear con las mismas fuerzas contra los elementos y contra sí misma. La ciudad es esta Barcelona contemporánea que, en su pretensión de modernidad, acaba por convertirse en el antagonista definitiva, y donde la comunicación humana se convierte cada vez más incierta y fantasmal. Con una voz descarnada y sin filtro, las páginas de Consum preferent van llenas de un humor cáustico que funciona igual como sátira y como azote, y con una propuesta lingüística atrevida al servicio de una narración mordaz y autodestructiva.