Cesc, cartellista

Cesc, hijo del gran dibujante del Novecentismo de marfil, dio un paso adelante y dejó de lado los tics repulidos de esta herencia para adentrarse en una realidad histórica y social propia de sus tiempos, como era luchar contra una dictadura , siempre con contención por no alertar a la censura. Cesc supo crear un código propio casi siempre basado en la figura humana en todas sus etapas, mostrando a menudo la convivencia de generaciones. Este nuevo libro sobre Cesc era necesario porque cubre vertientes hasta ahora no recogidas, como trabajos fungibles, publicidad, felicitaciones de Navidad, promoción de la lectura y de la recuperación de la lengua catalana, etc. Y en todos los campos Cesc es imaginativo más allá de los tópicos. [...] Pero su esencia es el muñeco, siguiendo la estela de los muñecos catalanes. El dibujo a pluma, fluido, siempre con gestualidad expresiva, invita a la reflexión empática. Es el gran sociólogo de la Cataluña del franquismo. Hable de ir a la escuela o de irse de vacaciones, su compromiso político, es decir con la polis, está siempre presente.