Afinar un instrumento, nos recuerda Ramón Andrés, es en cierto modo un intento de fijar en un instante de perfección el eterno vaivén del mundo que nos rodea; el empeño no sólo del músico, sino también de tantísimos pintores de todas las épocas. Es por ello que esta particular pinacoteca del oído propone al lector un espléndido paseo por la pintura del siglo XV al XVIII con la música como armónico hilo conductor: más de cincuenta obras pictóricas en las que los músicos y sus instrumentos cobran especial relieve, y que a su vez sirven al autor para trazar una personalísima historia de la música, el arte y el pensamiento del Renacimiento y el Barroco con gran sensibilidad y erudición. Un ensayo imprescindible para todo aquel que encuentra consuelo tanto en la belleza de la música como en la silenciosa contemplación de un cuadro
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