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No todo en la vida es polÃtica, aunque la polÃtica la marque y en muchos casos la determine. La infrapolÃtica busca apreciar y poner en juego condiciones de existencia no reducibles al agotamiento polÃtico del mundo; atiende a movilizar una exterioridad sin la cual la polÃtica no podrÃa ser más que opresión o negocio; y pide un cambio de mirada y una práctica cotidiana que se sustraiga a la totalización polÃtica en nombre de una nueva producción de deseo, de una nueva emancipación y de una formación de experiencia que rompa el agobio general de nuestras vidas. Si es verdad que la infrapolÃtica sin polÃtica está ciega, la polÃtica sin infrapolÃtica queda siempre vacÃa. Las consecuencias de ese vacÃo están hoy destruyendo lo que queda de un mundo que hace tiempo que dejó de ser el tuyo.