En el mundo globalizado y plural del siglo XXI, cabe una nueva manera de hacer historia, no la de los grandes personajes y de los grandes acontecimientos, sino la del transcurrir diario de hombres y mujeres, de todas edades y clases sociales. Una historia que va de lo individual a lo plural y colectivo, pasando por la familia, e oficio, el estamento, la comunidad... una historia que no Atienda sólo a las voces dominantes, sino también a los perdedores y heterodoxo, a las gentes sencillas y a los que permanecen entre bastidores |