Aunque su vida no será, nunca, un camino de rosas, sino todo lo contrario. En una Europa medieval donde se contempla con desconfianza y rechazo el que una mujer ocupe un trono, sea donde sea, ella sucederá a su padre el rey-emperador Alfonso VI el Bravo de León, al morir su hermano Sancho Alfónsez (1108) en la batalla de Uclés. Primero había sido matrimoniada con el conde Raimundo de Borgoña, medrador por antonomasia, quien fallecería en Grajal de Campos el 20 de septiembre de 1107, con 37 años de edad; ella tenía 26 años, de este enlace matrimonial nacerían el heredero, Alfonso VII el Emperador de León y la infanta Sancha Raimúndez |