Los frescos y espontáneos textos de Hermoso de Mendoza son una invitación a la lectura de la obra de Roberto Vivero sin necesidad de leer con las gafas de la erudición, de la hipertrofia cultural, de las ganas de demostrar que se es más listo que el creador. . Estas expresiones inmediatas de sus impresiones dicen una y otra vez siempre lo mismo, algo básico, sencillo, primordial y esencial: «He comenzó a leer tal libro de RV y no he podido soltarlo hasta terminar de leerlo, y cuando acabé, estaba deseando poder leer un nuevo libro de RV. Y les digo esto para que ustedes también lo lean». |