El narrador viaja a la infancia que vivió en Mantua, un bosque cercano a Washington D. C. Este libro es la crónica de aquellos recuerdos que propiciaron la lenta recuperación de la memoria de su madre, May, quien empieza a acordarse de palabras que son nombres, del orden de las cosas, del desorden al azar... El autor recrea l s primeros tres lustros de su biografía bilingüe en medio de un bosque que ha permanecido intacto en una historia compartida y en donde el lector queda en suspenso ante el terrible enigma del Mal, la peor cara de la utopía norteamericana, que se alivia con los afectos que duran para siempre... y que no merecen quedar en el olvido |