Con tan solo dieciséis años, Carolina tuvo que despedirse para siempre de su madre. Siete años después, sigue recordándola todos los días de su vida. Su padre, sin embargo, no ha sido capaz de superar la pérdida de su esposa, por lo que Carolina toma una drástica decisión para hacerlo salir de casa, aunque solo sea para ir a una cafetería. Antía vive con su madre y su hermana pequeña, Vera. Ayuda todo lo que puede en el negocio familiar e intenta ser un buen ejemplo para Vera. Pero Antía empieza a ver un cambio en Vera tras pillarla en más de una ocasión charlando con una chica que va acompañada de un perro gris, de la que rápidamente desconfiará, sobre todo cuando se entere de lo que le hace a su padre |