¡ Sálvese quien pueda! Podría haberse elegido ese título, porque lo que este libro ofrece es la imagen de algunos grandes nombres de la Literatura como Quevedo o Valle-Inclán, que fueron capaces de lo mejor y de lo peor. El lector se encontrará en este libro con parodias eruditas, poemas y micropiezas teatrales de escritores y no escritores, todo ello con una exposición ingeniosa y ágil. Y es que Enrique Gallud Jardiel, fiel a su estilo humano y cómico, divulga entreteniendo, según preceptuaron los clásicos; puesto que también es fiel a la concepción del mundo de Gallud que el humor es el mejor antídoto contra todas las broncas: al fin y al cabo, nadie es capaz de pelearse en el clímax de una carcajada |