Según uno va entrando en la lectora de esta novela, descubre con verdadera complacencia al riqueza de la utilización del lenguaje, que nos transporta a esa España teatral en lo exterior, y decadente en lo interior. Se trata aquí del periodo de la Desamortización de Mendizábal, estando en el trono la reina gobernadora, que por su debilidad ante la burguesía arrebató los bienes canónicos a la Iglesia, para hacerlos llegar a manos de la misma clase social movida por fuerzas francesas, que participaron en la caída del antiguo régimen. Las incursiones galas en España fueron constantes, hasta que definitivamente se alineó con las corrientes que conformaron la Europa del siglo XX |