En esta obra se hace realidad la vieja aspiración de los juristas prácticos de disponer de una tópica o código indiciario, clasificado por thema probandi que facilitase enormemente su técnica probatoria. Se trata de la vertiente praxiológica de una semiótica judicial o ciencia de los signos que conviene a la factualidad del derecho, de un modo muy semejante como la medicina, tantas veces emparejada con el derecho precisamente en este campo, dispone de una semiología médica o ciencia en los síntomas. La semiótica probática proporciona unos materiales indiciarios para resolver problemas en prueba, opera exitosamente como «despertador de intuiciones», familiariza al observador con las respuestas infirmativas, orienta al juez en «la intrincada selva de la llamada prueba indirecta» y sirve como estimulador de presunciones. |