A lo largo de un cuarto de siglo, Basilio Rodríguez ha sabido construir y reconstruir una obra poética densa, extensa e intensa. Diversos temas en apariencia y un solo tema central en realidad: la experiencia de la vida como experiencia amorosa, expresada con todas sus aristas y matices, como goce y como dolor, como seducción o como engaño. En El placer del texto, Roland Bartes invitaba al lector a penetrar en la obra como espacio amoroso de la Jouissance, como sensación orgásmica gozosa y placentera. Os hago yo ahora esa invitación: entrad, lectores, en esta obra y disfrutad de ella intensamente, gozad prolongada y sensualmente, dejaos llevar por los ritmos pausados de esta revelación lírica y soñad el poema y el amor |