Un padre camina cargando la cabeza decapitada de su hijo, llamado Raúl Zurita, y en ese trance extremo le recuerda los años más feroces de su vida, aquellos en que fue detenido y torturado, escribió poemas desgarrados, formó parte del Colectivo de Acciones de Arte, CADA, se quemó el rostro e intentó cegarse y estableció vínculos personales y creativos de alta intensidad. El centro de esta alucinante novela son ese mundo y sus intensas relaciones, el paisaje insurrecto y la cruzada personal de un poeta desmembrado por los años más oscuros del pasado reciente, durante los cuales vio disolverse ilusiones propias y ajenas, pero también nacer sueños y esperanzas nuevas. |