Ulises Kan es huérfano y cinéfilo. Paulina, su mujer, ha decidido marcharse sin él de un país en ruinas. Dos hechos más trastocan su vida: el regreso de un amor del pasado y la misión que al morir le encomienda su suegro en su testamento: transformar la casa familiar en un hogar para perros abandonados. En una sociedad en bancarrota, en una Caracas donde todos los lazos humanos parecen haberse roto, Ulises es como un perro callejero que recoge las migajas de la simpatía. ¿Se puede conocer de verdad a quien se ama? ¿Qué es, en el fondo, una familia? ¿Son los perros abandonados una prueba de la existencia o de la inexistencia de Dios? Ulises encarna sin saberlo estas preguntas, como un peregrino del afecto en una época posterior al amor |