El misterio es una característica fundamental de su estilo poético y de su propia persona. Este fecundo escritor acompañó sus composiciones poéticas con tratados excepcionales que pretendían aclarar tanto la profundidad que encerraban sus versos religiosos como su sentido literario. En su producción destacan tres poemas mayores, compuestos en este orden: Cántico Espiritual, la más compleja en su escritura e interpretación, Llama de amor viva y Noche oscura. La tradición las separa de los otros poemas, escritos en metros tradicionales, que contribuyen a enriquecer la lírica tradicional castellana. En su mayoría son “coplas, romances o glosas, y letrillas” que siguen la tradición medieval de verter a lo divino motivos poéticos profanos. La más antigua de estas glosas es la famosísima “Vivo sin vivir en mí”. Sus poemas fueron difundidos a través de copias manuscritas que circulaban por todos los conventos Carmelitas, aunque ninguna vio la imprenta en vida del autor. |