Empieza la Semana de Pasión en la ciudad expresionista, decadente y lujuriosa de La Mala Pena. Las cofradías recorren sus calles bajo una intermitente lluvia de orujo. Se está dando sepultura en olor de multitudes a la Mamá Grande, antigua gobernante en la sombra de esta ciudad consagrada al pecado. En algunos barrios, en locales como el SenoPicudo, entran y salen a todas horas ínclitos contribuyentes que deben satisfacer sus más bajos instintos. En la televisión cuentan que la investigación de varios homicidios podría conducir a un conocido fenómeno de circo que está actuando como un asesino en serie |