“‘Prosas de dormida’ es un viaje que pone en contacto dos provincias –vamos a llamarlas así– distintas del yo: la subjetividad y la introspección. Viaje modulado, paciente, en el que el dormir permite las transiciones de una inmensa jornada, de una inmensa vigilia, de una lucidez puesta en tela de juicio con alevosía. Relacionadas por el paseo de un personaje al que nutren de elementos crudos la introspección y la subjetividad, cada nombre, cada pronombre –en esta especie de poética de cámara– encuentran el tiempo y el espacio que se merecen, y tam-bién una resonancia elusiva” . |