Gerardo Diego ha vivido y cantado la música como pocos poetas se han atrevido nunca a hacerlo. Desde el primer momento, la música es el faro que orienta sus versos, la «columna mágica» que, como escribe en una temprana carta, le impide perderse en la noche oscura de la creación. A la música dedica además una parte esencial y todavía desconocida de su obra en prosa. Centenares y centenares de páginas vertidas a lo largo demás de sesenta años de escritura en los principales géneros musicográficos: crónicas, artículos de fondo, breves ensayos, conferencias-concierto, notas a programas de mano, presentaciones de acontecimientos musicales, colaboraciones para Panorama Poético Español y otros programas radiofónicos. Este primer volumen de Prosa musical reúne, por primera vez en un mismo libro, escritos diseminados en una miríada de diarios, revistas y publicaciones diversas, de difícil acceso a lectores y críticos. Incluye además numerosos textos inéditos, rescatados del archivo personal del poeta, entre los que figuran auténticas joyas de la literatura musical. En los escritos musicales dieguinos, el músico llama al historiador que llama al crítico que llama al poeta, vertiginoso círculo en el que las miradas se cruzan y se contestan. El resultado es un enfoque plural, que combina lo musical y lo biográfico, lo histórico y lo estético, restableciendo de este modo el estrecho vínculo entre el compositor y su obra, el creador y su tiempo. Una lectura transversal de la música, en suma, con imprevisibles saltos de una disciplina artística a otra |