La sillería de la sala capitular de la catedral de Tui, cuya contratación se formaliza en 1712, es una pieza excepcional dentro del panorama del barroco español. Es el único ejemplar de su clase que posee programa iconográfico, cuya carga erudita denota un importante manejo de fuentes, principalmente emblemáticas, por parte del mentor que lo ha diseñado y del taller del escultor Domingo Rodríguez de Pazos. Los bancos, destinados al cuerpo capitular, albergan en sus respaldos asuntos simbólicos utilizados para prevenir sobre la peligrosidad de los vicios y mostrar la conducta más adecuada para alcanzar la gloria eterna. Dos son las temáticas abordadas: la primera, más amplia y heterogénea, toma como pretexto los elementos del mundo de las vanidades, abundando las diatribas a los prebendados; la segunda, más compacta, es una denuncia de lo profano a través de la significación alegórica de los animales. El plan figurativo de la cátedra del obispo se construye en torno a la idea de las virtudes que debe ostentar un príncipe eclesiástico. |