En la sociedad desconcertante, globalizada e inspirada en parámetros economicistas, de efi ciencia y sostenibilidad, el proceso penal ha sufrido enormes transformaciones. Tan múltiples, fragmentadas y desordenadas, arrastradas en gran medida por acontecimientos exógenos -políticos, económicos, sociales y tecnológicos, muchos de ellos internacionales- que propician un descontento en los ciudadanos, que ven día a día y de forma global, la pérdida de derechos, anudada probablemente a la pérdida de identidades, la falta de tutela, la involución del modelo criminal, en aras a un engranaje que se mueve globalmente bajo el miedo, el control y la seguridad. Todo ello genera una clara percepción de vivir en una sociedad cada vez más insegura y cada vez menos solidaria y menos justa. La autora de esta obra plantea un profundo estudio de la historia del proceso penal y lo hace desde los momentos de la nada procesal, pasando por la Ley del Talión |