Para pensar la crisis la sociología ha experimentado recetas muy distintas. En ocasiones, las soluciones se han proyectado hacia un futuro salvífico; en otras, se ha buscado donde hoy se conservan los viejos equilibrios. A veces, también, ha sucumbido a la tentación de respuestas apocalípticas. Menos habitual ha sido apostar por lugares de observación más analíticos, como los de las contribuciones a este volumen que, para afrontar el reto de pensar la vida social cuando se complica, apuestan por hacerlo a partir de una reflexión fuerte sobre a noción de agencia: ¿Cómo es la agencia en situación de crisis? ¿Sirve la vieja manera de entender la acción colectiva? ¿Qué actor aparece en un mundo de riesgos permanentes e incertidumbres estructurales? ¿Son todavía útiles las viejas imágenes del actor o de la acción? ¿Puede pensar la sociología heredada los procesos actuales de integración/desintegración, de individualización/solidaridad? |