Este libro aborda una etapa decisiva para la conformación de la Iglesia Católica, los siglos XI-XIII. Esta época se abre con el papado revolucionario de Gregorio VII, pero adquiere su verdadero desarrollo con el pontificado de Inocencio III y el concilio de Letrán IV. Como resultado de este concilio es decisiva la nueva organización de las parroquias pero, sobre todo, lo relativo a la cura de almas: se consolidan nuevos mecanismos de confesión y penitencia, cada vez más invasivos, y de delimitación y castigo de las herejías. Todas estas transformaciones dan lugar a una redefinición de las relaciones entre moral, religión y derecho. La Iglesia encuentra en el derecho la mediación universal de toda la vida social, el recurso con el que realizar su programa de mundanización y transformación radical del mundo. |