Los artículos y crónicas parisinas reunidos en este libro suponen una novedad dentro de la producción periodística de Julio Camba, ya que hasta ahora habían permanecido arrumbados y desperdigados en las hemerotecas. Rescatarlos no solo significa ampliar considerablemente la obra cambiana, sino también ofrecerle a la feliz cofradía de lectores del autor pontevedrés la posibilidad de descubrir una vez más la gracia, la ironía y las dotes de buen observador de la realidad circundante con que solía construir lo que algunos han venido a llamar su «media columna». Sus crónicas casi rozan la aséptica prosa funcionarial, donde el análisis se subordina a la síntesis, por aquello de que, como buen periodista, se centra en lo que hay que contar sobre los hechos y no en divagar. Información y comentario desapasionados son las notas más características de casi todas estas crónicas que Camba escribió entre 1909 y 1910 para el diario El Mundo. Crónicas que, aparte de informar, también están llenas de agudeza e ingenio. O sea, Camba en estado puro. |