En Toledo acomete la redacción de una obra piadosa, Deleitar aprovechando, que se publica en 1632. Esta y los Cigarrales son dos grandes misceláneas narrativas, que también reúnen obras dramáticas y poemas. Los exemplos medievales, al estilo del Conde Lucanor y otras obras del XIV, junto al Decameron, gran modelo de la Europa Occidental, solían tener una finalidad didáctica y moralizante recubierta de amenidad. Pero el “enseñar deleitando” horaciano se irá sustituyendo por el simple entretenimiento, aunque el Deleitar aprovechando de Tirso, es un ejemplo que mantiene en equilibrio dicha dualidad. Una novela “a lo divino”, en donde lo deleitable, propio del género, se une a lo provechoso. En El bandolero, historia incluida en la presente obra, el mundo cortesano se mezcla con el hagiográfico. Tirso se inserta en una larguísima tradición didáctica, que ensalza el ocio ameno como algo necesario para el rendimiento pleno de los trabajos humanos, y al mismo tiempo, pretende mostrar a la sociedad cortesana unos ejemplos de perfección moral, signo de la religiosidad barroca. |