Su preocupación teórica por el teatro le distancia de los dramaturgos españoles y le acerca a los italianos del Renacimiento. Expone su teoría teatral en el célebre ”Prohemio” en prosa a su obra Propalladia, incluida en el Índice por su tono erasmista. En ella reúne ocho obras: las comedias “a noticia”, también llamadas costumbristas o realistas, Soldadesca y Tinellaria, tratan de reproducir un fragmento de realidad desde la observación directa de la vida y costumbres romanas, que el autor conoce de primera mano y aprovecha para criticar la corrupción del papado; las comedias “a fantasía” o de imaginación novelesca, Jacinta, Seraphina, Ymenea, Calamita y Aquilana, cada una de las cuales se inspira en un caso de amores distinto. Estas presentan una intriga más compleja y algunas admiten elementos fantásticos. La octava, la comedia Trophea, está más relacionada, por su asunto, con el teatro hispánico anterior. Sus obras se dirigen a las distintas capas de la sociedad y buscan lo insólito dentro de un espectáculo jocoso y divertido. |