Disponible bajo pedido
Augusto Pérez, un joven rico, licenciado en derecho, vivió de niño la muerte de su padre, tumbado en el suelo con un vómito de sangre. Desde entonces estuvo bajo el cuidado y protección de su madre, quien para ayudarlo en sus estudios del instituto, ella misma se pone a estudiar. Desde que la madre murió hace unos meses, Augusto se quedó sin ese manto protector. Ahora vive en el ensueño, en la niebla.
Un dÃa al salir de casa, no sabiendo a dónde ir, decide que seguirá al primer perro que pase; sin embargo, inconscientemente, sigue a una joven. Augusto se enamora. Actúa rápido; le escribe una carta y visita la casa de los tÃos con los que vive. Eugenia ya tiene novio. No importa; luchará. Al enamorarse ha descubierto a la mujer. Se fija en el encanto de Rosario, la joven planchadora. Está hecho un lÃo; su asistenta y cocinera, Liduvina, también le parece atractiva. Orfeo, el perro que encontró en la calle, será el que escuche sus cuitas. Empieza a dudar de que él exista de verdad y decide visitar a don Miguel de Unamuno, del que ha leÃdo muchos escritos, para platicar un rato con él.
Niebla es más que una novela. Unamuno creÃa que la filosofÃa se entendÃa mejor en la novela, poesÃa, teatro... que en un tratado filosófico. Niebla es el trasunto de El sentimiento trágico de la vida. El sesudo Unamuno, heredero del humor cervantino, que habÃa sido roto por la sátira, el sarcasmo y la ironÃa de Quevedo, pone los cimientos de lo que serÃa la novela moderna, como también los puso en el teatro y en el ensayo.
Alfredo GarcÃa Gregorio convierte esta obra narrativa de Unamuno en una obra teatral ágil y de grata lectura.