La secular inmigración de europeos a Alicante desde el Bajo Medioevo formaría colonias, destacando en el Setecientos la genovesa y, sobre todo, la francesa por su número y cualificación. Ocho linajes componentes de esas dos colonias llegados entre finales del XVII y comienzos del XVIII, que tuvieron en el comercio y negocio su medio de vida y fuente de riqueza, prestancia y ascenso social, resultantes de una entramada red de múltiples y variadas relaciones personales practicadas por sí y/o con la participación de allegados colaboradores, cuya trayectoria vital dejaría su impronta en la ciudad, integrándose o no en ella, protagonizan este libro que contempla no sólo aspectos económico – comerciales, sino también de mentalidad colectiva y de cohesión familiar de las sagas, además de rescatar del anonimato a aquellos que dinamizaron en general a la sociedad alicantina, contribuyendo a transformar a la ciudad en receptora y universal |