La obra de Gloria Gervitz es el espacio que rigurosamente creó para esa voz que habla en la oscuridad, para eso desconsolado trabajo que se dirige a lo íntimo y se descubre siempre a la intemperie. Voz que es memoria de lugares, de paisajes lluviosos, de cosas que parecen a punto de desvanecerse pero que con seguridad permanecerán ahí, impalpables y graves, porque el dolor las retendrá precisamente en el sitio donde duelen.Desencuentros, mujeres que habitaron otras tardes, que hablaron otras lenguas y están allá y aquí, doliendo desde una fotografía que tampoco terminará de desvanecerse porque son ella, esa o yo misma: una mujer se habla en otra, pregunta, se recuerda, se entrega al llanto para no saber quién es la que llora, quién debe pedir perdón o perdonar, a quién. ¿Eres tú la que llora? |