Haciendo gala de su doble vocación (escritora y docente) Felicia Hernández Lorenzo nos dice ―con total acierto― que Más allá de la ficción pueden cohabitar, sin contradicciones, fantasía y realidad; así lo corroboran los adolescentes que protagonizan esta novela. Con una auténtica dosis de ingenio Felicia logra, a partir del empleo de la informática como primer recurso, despertar la curiosidad de “sus muchachos”, a quienes va conduciendo por diversos pasadizos-pasajes plenos de aventuras pero también de saberes: balanza bien equilibrada. En la búsqueda de respuestas convincentes para dilucidar cierto misterio, ellos se adentran en un sinnúmero de situaciones, y a través de inquietudes, revelaciones, sobresaltos, nos hacen partícipes de un largo viaje en busca de la justicia y el conocimiento |