Una ficción que nos presenta un mundo bajo el control de la vigilancia extrema en el que la segregación y la violencia constituyen la naturaleza del poder pero en el que, como sucede en la parábola de los ciegos, ni quienes guían ni quienes se dejan guiar pueden ver el camino. En una atmósfera que roza el absurdo, cuatro personajes unidos por una relación familiar, supuestamente pertenecientes a la élite económica, entrecruzan mensajes al borde del delirio para dar sentido a lo largo de la obra a una especie de rompecabezas incompleto, formado por un conjunto de piezas que buscan su lugar de manera aislada dentro del conjunto. Nunca sabremos si lo que los personajes dicen responde o no a una verdad inventada por ellos mismos; por el contrario, es evidente la importancia de las palabras que se censuran o callan, y son esas palabras no dichas las que, finalmente, los definen. La obra, salpicada de metáforas y alegorías, nos desvela el universo poético del autor en su faceta más comprometida y simbólica, al tiempo que nos presenta una paradoja: el daltonismo total, la acromatopsia, como vía de escape a la división y ausencia de fraternidad. |