Acompañando a su marido, Monsieur Choffat, una joven catalana, hija de uno de los escritores más importantes del Renacimiento cultural catalán del siglo XIX, Prudenci Bertrana, la inquieta e intrépida Aurora Bertrana pasó tres años, de 1926 a 1929, en la Polinesia francesa. Fruto de dicha estancia sería este delicioso libro, accesible por primera vez e íntegramente en castellano, "Los paraísos oceánicos", cuya edición catalana original data de 1930. Las inquietudes y el carácter de la joven Aurora, que la habían llevado, por ejemplo, a formar parte de la primera orquesta de jazz íntegramente femenina de Europa —en Suiza, donde su padre la había enviado a estudiar idiomas—, la conducirán a escribir una obra precursora tanto por su óptica feminista como por su aproximación a la sociedad que visita. No en balde, la autora nos ofrece una visión pesimista de la invasión del hombre blanco “civilizado” sobre el primitivismo en decadencia de los hombres y las mujeres de la Polinesia, hacia quienes se inclinan las simpatías de la escritora. Un libro que, según la autora, “escandalizó a mucha gente porque era un libro entusiasta que cantaba a la naturaleza exótica y a los hombres primitivos”. Como su autora, éste es un libro de viajes y aventura entusiasta, crítico, espontáneo y sincero |