Este libro es un homenaje a los museos aragoneses, una invitación a visitarlos, a disfrutar de ellos, a conocerlos, a difundirlos. Pero también es un estímulo para repensarlos, para buscar ideas que los mejoren, y así contribuir a que sigan vivos. Porque no sabemos cuál será su futuro en estos tiempos inciertos, pero son el resultado del esfuerzo de muchas personas comprometidas con la cultura y el patrimonio y contribuyen a configurar, en definitiva, nuestra memoria colectiva. Tanto si se opta por el diseño de un edificio de nueva planta como por la rehabilitación de un inmueble preexistente, la elección del contenedor arquitectónico del museo trae consigo un buen número de implicaciones físicas y simbólicas. Este libro aborda las peculiaridades del edificio del museo en Aragón. Con un enfoque cronológico que comienza en el siglo XIX, se plantea un recorrido por las distintas modalidades arquitectónicas que han servido de sede a los museos aragoneses, haciendo alusión a los más grandes y mediáticos ejemplos, pero también a aquellos pequeños centros del mundo rural sin los cuales no se puede obtener una panorámica ajustada del ámbito expositivo de la comunidad.Además, se aportan claves para identificar el momento en el que la arquitectura de los museos empieza a ser objeto de un análisis detallado y se dedica una especial atención a la etapa dem |