En las últimas décadas los poderes públicos han recurrido a soluciones tecnológicas reconfi gurando y operativizando las tradicionales herramientas del control social formal, más acordes a la época postmoderna. Entre ellas destaca el control telemático o vigilancia electrónica de sujetos que han cometido, o presuntamente cometido, un delito. Hasta la fecha no se ha evaluado empíricamente su efectividad, eficacia y eficiencia en aquellos ámbitos del sistema penal español donde se ha instaurado, desconociéndose sus aspectos más esenciales |