En verano de 1939 el escritor polaco Witold Gombrowicz llegaba a Argentina invitado por la embajada polaca sin saber que acabaría permaneciendo en el país sudamericano durante casi veinticinco años, haciendo de su exilio una "cuestión de estilo". En 1947 tradujo junto a un grupo de colaboradores, entre los que se encontraba Virgilio Piñera, su novela Ferdydurke, una obra tan genial como atípica, y dejó un poso profundo en la literatura argentina de la segunda parte del siglo XX. Ricardo Piglia, desde su lectura desviada, vio en Gombrowicz una actitud provocadora e irreverente que altera el paradigma de la literatura nacional, el canon, los centros y las periferias. Este libro propone un análisis de la obra de Piglia a través de las huellas del polaco, así como una revisión del legado grombowicziano en otros narradores hispánicos, como Roberto Bolaño, Enrique Vila-Matas, Sergio Pitol y Alan Pauls, contribuyendo a entender como se ha producido una alteración en el canon de la actual narrativa hispánica. |