Te despiertas en una nave abandonada de un polígono industrial lejos de la civilización. A tu lado hay dos cadáveres. Rastros de una pelea. Tienes el cuerpo malherido pero no sientes ningún tipo de dolor. Tampoco recuerdas nada. La carrera por recuperar la identidad y descubrir si eres víctima o verdugo, de dónde vienes y cómo has terminado en ese submundo de degradación absoluta, rodeado de personajes ambiguos y amorales que pululan por polígonos y descampados, quizás te ayudará a entender que tú sólo eres un elemento más de este paisaje de condenados |