La evidencia del presente frente a la pérdida de los jardines de la infancia son la hebra y el pespunte con los que se entrelazan los poemas de Lecciones de memoria. Poemas de las exploraciones del vivir, de ver con la mirada última, dolorida de finitud, las habituales injusticias de un mundo que el poeta asume como actitud lírica. La solidaridad del poeta con el hombre que es, que somos, tan presente en la obra de Nicolás del Hierro, se muestra aquí descarnadamente. La lectura de este libro es ir con el poeta por las profundas palpitaciones del existir, por un deseo fraterno de unión inacabable, concibiendo la vida –y más: la salvación– a través del idilio con la palabra poética |