La historia se enmarca en un momento muy cercano (2002) y en un espacio ya conocido para los lectores de Xandru Fernández, la Poladura postindustrial, el escenario escogido por el autor en sus novelas y que tiene al Valle de Turón como reflejo indiscutible. "Ahora, años después de haber hablado de Poladura en mis primeras novelas, la historia se sitúa en el 2002 y esa realidad agónica, terminal, que es la de una parte importante de Asturies y del mundo actual, no hizo más que deteriorase. Las cosas no fueron a mejor desde entonces y el terreno de las ruinas materiales y humanes es más extenso todavía". |