El fracaso de la sublevación cívico-militar de julio de 1936 en Catalunya desencadenó un proceso revolucionario que sacudió la legalidad republicana. El Comité Central de Milicias Antifascistas, el nuevo organismo surgido de las barricadas, tuvo que responder a las necesidades de la retaguardia y a la amenaza militar de las fuerzas reaccionarias. El binomio guerra-revolución se concretó en las columnas de combatientes creadas durante las primeras semanas del conflicto. Lejos de los relatos interesados, Gonzalo Berger se aproxima con rigor a este ejército de voluntarios y nos presenta la organización, la composición ideológica, la financiación, el papel de los militares, el protagonismo de las mujeres, el número de efectivos y la calidad de las tropas implicadas. A través de fuentes primarias inéditas, nos describe la evolución de los tres principales frentes de batalla: las Baleares, Madrid y Aragón, el ambiente político en la retaguardia y la relación entre los gobiernos de la Generalitat de Catalunya y de la II República española. |