La crisis ecológica es una realidad que lleva siendo expuesta muchas décadas, pero que en la actualidad parece haber ganado, y con razón, un papel central en preocupaciones sociales y académicas desde distintas perspectivas. El modo de vida, ligado a la racionalidad y a las lógicas que la rigen, hegemónica, ha demostrado no ser sostenible, es decir, no tener la capacidad de permanecer y de posibilitar la permanencia de las sociedades humanas en el tiempo. La intención primera de este trabajo es exponer la permacultura como estrategia alternativa de producción y consumo, basada en una forma diferente de relacionarse con el entorno del que y en el que se subsiste, y analizar de qué forma su promoción de una racionalidad ecológica afecta las prácticas cotidianas de quienes la practican. Se verá, entonces, de qué forma se van a relacionar la racionalidad económica hegemónica y la racionalidad ecológica en el proceso de racionalización de los sujetos que dan el paso hacia una forma de vida más sostenible. |